Mauro Espínola.
jueves, 25 de febrero de 2010
Desierto
Cansado sigo caminando ante la falta de sombra donde sentarme a meditar. Y entonces sigo caminando, con tu recuerdo en mi mente, sin poder extirparlo de la memoria. En el desierto el sol no tiene clemencia, como tu imagen sobre mi. La arena fina , cual aroma te tu cuerpo, penetra mis narices sin la mas mínima solidaridad con mi persona. Desierto me encuentro: sin tu sombra, sin tu aroma ni tu compañía. La soledad no es un problema, el problema es mi desierto dentro donde las presencias no son contempladas y donde la como la tormenta nubla la vista. La falta de agua llamada, tus besos y caricias, es lo que ocasiona mi lenta agonía. Mientras tanto, mientras no vienes, sigo caminando esperando que lleguen nuevos oasis donde rellenar mis reservas, donde saciar mi sed de amor...
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